Introducción
En los adultos una causa común y prevenible de Insuficiencia Renal Crónica es el consumo de analgésicos y antiinflamatorios no esteroidales (AINEs), por lo que este factor de riesgo debe ser conocido y tomado en cuenta por las personas que abusan de dichos fármacos.
Los analgésicos son uno de los agentes terapéuticos más ampliamente usados en la práctica clínica a nivel mundial, esto dado tanto por el efecto deseado en el alivio de dolores crónicos, como por su venta libre.
Los dolores crónicos son uno de los males que más aquejan a nuestra sociedad moderna, lo que en parte se explica por estilos de vida poco saludables y malos hábitos, como por ejemplo el daño articular producto del sobrepeso, malas posturas, falta de ejercicio y envejecimiento de la población, o la cefalea tensional, fibromialgia y colon irritable condicionados en parte por estrés.
El uso prolongado, combinado y sobretodo automedicado de Antiinflamatorios no esteroidales como Aspirina, Ibuprofeno o Naproxeno se ha relacionado a Enfermedad Renal Crónica.
Analgésicos y AINEs como Factor de Riesgo de Daño Renal
Tanto el consumo agudo en altas dosis, como el consumo crónico (6 o más pastillas diarias por 3 años) pueden condicionar daño renal.
El daño renal agudo por AINEs se observa sobretodo en pacientes que ya padecen de alguna Enfermedad Renal Crónica o de Insuficiencia Cardiaca avanzada, ya que en dichas patologías el consumo sobretodo en altas dosis de estos fármacos descompensa el frágil equilibrio de la circulación intrarenal. Este daño en general suele ser reversible si es identificado a tiempo.
El daño renal crónico llamado Nefropatía por Analgésicos se da según algunos datos en más o menos 4 por cada 100.000 personas, siendo el grupo de mayor riego el de mujeres mayores de 30 años, esto debido a que son el grupo que más sufre de patologías asociadas a dolor crónico y que además se automedican regularmente con analgésicos y AINEs.
En algunos países como Suiza y Bélgica en la década de los 80, el 28% del total de las causas de IRC en diálisis se adjudicó a la Nefropatía por Analgésicos, esto debido al gran uso que había de Fenacetina (AINE actualmente discontinuado).
En Chile no hay datos del impacto que esta patología tiene en los pacientes que padecen de insuficiencia renal crónica, pero sin duda hay varios más casos de daño renal asociado al uso de analgésicos.
Mecanismos de Daño Renal
Diferentes mecanismo se han enumerado para explicar los posibles efectos nefrotóxicos que los AINEs producen a nivel renal, siendo estos divididos en:
1.Falla renal aguda Vasomotora o mediada hemodinamicamente. Los AINEs al inhibir la síntesis de prostaglandinas vasodilatadoras dejan al riñón en un desbalance donde va a predominar el efecto vasocontrictor, esto lleva a isquemia intrarenal y así a insuficiencia renal aguda. Esto se ve sobretodo en ciertas condiciones clínicas tales como insuficiencia cardiaca, deshidratación, sepsis, cirrosis hepática, terapias diuréticas enérgicas, o en cualquiera condición de disminución del volumen sanguíneo.
2.Nefritis Intersticial Aguda. Este mecanismo es un tipo de reacción alérgica idiosincrática, que suele presentarse como una insuficiencia renal aguda asociada a síndrome nefrótico.
3.Nefropatía por Analgésicos. Esta es la forma de insuficiencia renal crónica que se asocia al uso prolongado de AINEs. Se caracteriza por necrosis de las papilas renales más nefritis intersticial crónica, debido probablemente al efecto vasocontrictor crónico que se observa con el uso crónico de analgésicos.
Síntomas de Nefropatía por Analgésicos
Al igual que todas las enfermedades que producen insuficiencia renal crónica, esta puede ser una enfermedad silenciosa incluso hasta etapas bien avanzadas, por lo que es fundamental hacer exámenes dirigidos para determinar si las personas que usan crónicamente analgésicos tienen compromiso o daño renal. Estos exámenes son de fácil realización y están disponibles en la atención primaria e incluyen Creatinina en sangre y examen de orina completo.
Los síntomas que con mayor frecuencia nos pueden poner en alerta son: orinas rojas (por presencia de sangre), aumento de la frecuencia miccional, nicturia (orinar muchas veces de noche), dolor súbito en la zona renal o los síntomas propios de una insuficiencia renal crónica avanzada como fatigabilidad, edema, palidez, inapetencia, o disminución de la diurésis.
Tratamiento y Prevención de la Nefropatía por Analgésicos
El tratamiento va a depender del grado de avance que tenga la IRC, pero independiente de esto siempre se debe suspender el uso de cualquier analgésico y antiinflamatorio (salvo los derivados opioides como el Tramadol o la Codeína) y tomar medidas comunes a todas las enfermedades renales crónicas como controlar enérgicamente la presión arterial, bajar el consumo de sal y proteínas de origen animal, evitar otros nefrotóxicos y usar medicamentos que ayudan a retardar la progresión de la insuficiencia renal como lo son el Enalapril y Losartan.
Quizás lo más importante es la prevención, sobretodo en personas que cursan con Enfermedad Renal Crónica, Hipertensión Arterial o con Insuficiencia Cardiaca. En este grupo de pacientes las recomendaciones son:
1.No automedicarse, siempre consultar al médico de cabecera para que este indique la mejor analgesia posible, ojalá no en base a AINEs.
2. Evitar consumo de analgésicos en altas dosis o por tiempos prolongados.
3.Evitar usar tratamientos que contengan una asociación de analgésicos y AINEs o de estos con otros fármacos que tienen efectos vasocontrictor renal (agentes terapéuticos para tratar jaquecas, migrañas y síntomas del resfrío).
4. Cuando se deba usar estos fármacos, incrementar el consumo diario de agua.
5.Si se deben usar frecuente o prolongadamente analgésicos, hacer chequeos periódicos de la función renal.
6.Informar al médico que va a prescribir algún analgésico, las patologías antes enumeradas, esto con el fin de que a este grupo de pacientes se les recete analgésicos no AINEs, como Codeína o Tramadol que no producen daño renal o analgésicos con poco efecto antiinflamatorio como el Paracetamol que si no se usa en combinación con otros AINEs, parece ser menos nefrotóxico.
Doctora Patricia Herrera Rossel
Nefróloga
Hospital del Salvador